Antigua Iglesia de San Miguel
La iglesia de San Miguel fue probablemente proyecto posiblemente de Juan de Arredondo. A pesar de seguir actualmente inacabada, es una de las iglesias más representativas de la ciudad, por su ubicación, sobre los restos de una antigua mezquita y en unas de las calles principales, extramuros de la muralla medieval de la medina y por su estilo extremadamente sobrio.
Es entre los años 1558 y 1568 cuando se paga la dirección de la obra al arquitecto Juan de Arredondo, realizando el zócalo de piedra y la cabecera, trabajos posteriormente paralizados por la rebelión morisca. Años después, en 1580, continua la obra, ahora ya bajo la dirección de los canteros Juan de Vega y Juan Caderas de Riaño.
Como vemos en otros templos, el mecenazgo de la clase nobiliaria, en este caso, el apoyo económico de la familia de los Fernández Córdoba, ayuda a proseguir las obras, con el fin de tener como panteón familiar la capilla mayor. Sin Embargo, en el año 1608 se vuelven a paralizar las obras, en las que solo se ha llegado a construir el perímetro exterior de la cabecera, el de la nave principal, la capilla mayor y los pilares torales. Para el año 1670 se deja oficialmente la obra sin finalizar hasta la actualidad.
En la actualidad las intervenciones llevadas a cabo por la escuela taller municipal han consolidado los restos de la construcción.
Su exterior es extremadamente sobrio. Predomina el ladrillo a excepción del zócalo, realizado en sillería de piedra caliza. Existen algunos vanos con arco de medio punto que rompen la monótona fachada principal. La fachada lateral es igualmente sobria. En ella solamente existe un acceso realizado en ladrillo con arco de medio punto y puerta de madera.
La torre es posiblemente el único elemento mudéjar de la construcción. Realizado igualmente en ladrillo creando una estructura cuadrangular. Sigue siendo como el resto del edificio, extremadamente sobrio, con un par de cornisas de mesulitas de ladrillos doblados separando la función de los distintos cuerpos, al interior separados por alfarjes imitando labor de menado a los que se accede a través de una escalera de caracol. El único elemento decorativo es el escudo sobre uno de los vanos del obispo Antonio del Águila.
Al interior la descripción de la iglesia es aún más breve y se resume en una gran cabecera con su capilla mayor semicircular con pilares de mucha altura sobre los que se apoya las bóvedas, con arcos de crucero con casetones la de la capilla mayor, al igual que la capilla aneja a su izquierda, así como los arranques de los nervios que aún se ven de las naves laterales. En el altar mayor, se construyeron tres arcos con resalte de sillería, uno de ellos, el central, algo alabeado, siguiendo el estilo de Diego de Siloé, junto con los escudos de la familia de los Fernández Córdoba, acompañados por dragones. Además, queda en pie la sacristía a la derecha y un transepto con un crucero de grandes dimensiones, abierto con cúpula sobre pechina deprimida y ciega, también reformada con nervios terminando en un medallón central decorativo. Sus laterales están cubiertos con bóveda de lunetas y decoración posiblemente del siglo XVII.
